Y bla bla bla. Siempre con lo mismo. Hasta que un día te decides.
Mi día ha sido hoy. Después de meses y quizás años, y un largo etc, mis gustos, opiniones y creencias van a estar reflejadas aquí. En esta pequeña parte de mi vida.
¿De qué va este blog? En realidad, no es lo que piensas. No me gusta fotografiar mis estilismos, no saldré aquí reflejada (salvo en alguna ocasión que lo requiera), y mis admiraciones y pasiones en el mundo de la moda saldrán a la luz. No actualizaré cada día como esas bloggers que encontramos a pie de calle. Todo se puede compaginar. Lo elegante es sencillo.
Y te preguntarás...¿Miss Hangers?, ¿Miss Perchas?. Pocos conocen mi adicción a este elemento tan particular al que daría un premio Nobel a su creador por tan magnífica creación. A veces me paso y cuelgo en ellas hasta bufandas y fourlads. Pero son lo mejor.
Aquí comienza mi andanza por el mundo de los bloggers. ¿Qué espero de ello? Seguir ejercitando dos de mis pasiones; escribir y leer sobre moda. No hay día que no descubra nada nuevo sobre el mundo de la moda, relacionado con colecciones, desfiles, pasarelas internacionales o nacionales, colaboraciones con revistas y por supuesto tendencias.
Pero por favor, no me confundan con una chica a la que le encanta la moda, viste de firma de arriba a abajo y luego no sabe quién es Miroslava Duma. Y con perdón, pero tiene tela la cosa.
Tampoco me las voy a dar de redactora, porque tampoco lo soy. Simplemente soy una estudiante de Publicidad y Relaciones Publicas en una ciudad pequeñita pero que desde que nací llevo viendo moda, tragándome moda, comiéndome moda de las páginas de cualquier revista, gráfica o vídeo. Veía la moda en la calle y me imaginaba mil y una combinaciones en mi cabeza. Pocas de ellas daban resultado. Siempre tenía la exigencia de mi madre diciéndome "No seas vulgar, eso no te lo vas a poner", "Deja de hacer mezclas con la ropa, este conjunto es moniiiiisimo".
Y cuando digo "moniiiiiisimo" en este tono, es que era el acento de mi madre diciéndolo. Que ahora lo vuelvo a ver en un escaparate y digo, "¡Santo Dios!, como podría haber llevado todo eso". Seguramente esa misma sensación la tendré dentro de 20 años cuando vea que la tendencia de los colores pasteles ha desaparecido y me parezcan horribles. Por cierto, espero que jamás se esfume.
Mi imaginación y mi creatividad comienza a volar y ya tengo ganas de empezar a escribir sobre mil cosas. Pero por hoy, está muy, pero que muy bien. La ilusión y las ganas no me las quita nadie. Por ello soy perseverante.


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